Cuidar la imagen personal resulta trascendental en nuestro
tiempo. Todo aquello relacionado con nuestro aspecto físico tiene una
importancia especialmente emocional para el bienestar completo.
Desde hace varias décadas, gracias al progreso de la medicina, de la
alimentación, de la educación y a la evolución natural de nuestros genes, tener
una buena salud no es algo tan llamativo como lo era antes. Ahora vamos más
allá y buscamos un confort de vida: la medicina de la calidad de vida. Aparecen
otras disciplinas de la medicina como es la medicina antienvejecimiento y la
medicina estética.
La medicina estética aparece con el fin de mejorar nuestro aspecto, pues el
físico en muchas personas es un atributo esencial en la elaboración de su
identidad y como consecuencia le va a servir para fortalecer su autoestima. No
olvidemos la definición de salud en el preámbulo a la Constitución de la OMS
(Organización Mundial de la Salud), adoptada en Nueva York en 1946: “ La salud
es un estado completo de bienestar físico, mental y social, y no solamente la
ausencia de lesiones o enfermedades…La salud es condición básica para la
felicidad, las relaciones armoniosas y la seguridad de todos los pueblos.
En un primer momento, el enfoque de la medicina estética era principalmente
correctivo, tengo un surco nasogeniano marcado, lo relleno, hoy en día va más
allá, busca basándose en los avances de la ciencia, terapias preventivas,
antiaging, que puedan retrasar, más que tratar, los efectos del paso del
tiempo.
Aparecen tratamientos novedosos como la bioestimulación facial con PRP (plasma
rico en plaquetas), que por un proceso meramente fisiológico va a estimular la
producción de nuevo colágeno, fundamentalmente para retrasar el envejecimiento
dérmico.
Asimismo, aparecen nuevas tecnologías encaminadas a retrasar el envejecimiento
cutáneo como la radiofrecuencia, HIFU, Cavitación…que nos van a permitir
tratar de una manera más integral y completa el envejecimiento de la piel,
combinando terapias correctivas y preventivas.
También mencionar que, desde un punto de vista médico, las técnicas específicas
para mantener y corregir los problemas estéticos han ido aumentando de
complejidad, porque hemos pasado de unas técnicas puramente cosméticas a la
aplicación de tratamientos integrales que no sólo tienen en cuenta la cosmética,
sino la farmacología, el ejercicio, la electroterapia, la medicina física, la
psicoterapia...